En los últimos días, las pequeñas y medianas empresas y los autónomos que tributan por el método de estimación directa, cuya facturación no se ajusta a la media del sector, están recibiendo cartas “antifraude” cuyo remitente es el Departamento de Gestión de la Agencia Tributaria española. Estos envíos masivos a estos perfiles de contribuyentes informan de la existencia de “fallos tributarios” y su finalidad última es la de atacar a la economía sumergida.

Si bien es cierto que para muchos de estos contribuyentes no se trata de ninguna novedad ya que está práctica se viene repitiendo los últimos años, no por ello se ha rebajado el nivel de malestar e indignación que las comunicaciones generan en los receptores de las mismas.

En la carta, la Administración Tributaria comunica al destinatario de esta que dispone de información relativa a las entradas y salida totales de todas las cuentas bancarias del contribuyente (el Gran Hermano te vigila) y los cobros en tarjeta realizados y advierte de posibles inconsistencias entre la información en manos de Hacienda y las cifras consignadas en las correspondientes autoliquidaciones de impuestos presentadas por el contribuyente. 

En la carta se muestran porcentajes de márgenes brutos y netos del contribuyente y de la referencia sectorial del contribuyente, así como porcentajes de cobros con tarjetas, tanto del contribuyente como a nivel sectorial que el órgano de Gestión de la Agencia Estatal de Administración Tributaria pretende utilizar como indicio de riesgo fiscal en caso de que las inconsistencias detectadas persistan.

En nuestra opinión, el análisis estadístico realizado por la Administración Tributaria referente a las ratios económicas no deja de ser una estimación general y, como tal, no toma en consideración las características propias de cada negocio ni su idiosincrasia.

No obstante lo anterior, la Administración Tributaria afirma que la carta es una mera comunicación por lo que no debe ser objeto de contestación, ni de envío de documentación alguna, ni tendrá que justificar importe alguno. Simplemente se pone en conocimiento del contribuyente la información de que dispone la Agencia Tributaria.

Ni que decir tiene el malestar que ha generado el masivo envío de cartas no sólo en aquellos que las reciben (i.e. pymes y autónomos) sino también en numerosas asociaciones y organizaciones que defienden los intereses del contribuyente frente a la Administración Tributaria y que califican las comunicaciones de cartas amenazantes.

Por nuestra parte, el mensaje sería tranquilizar a todas aquellas pymes y autónomos que cumplen escrupulosamente con sus obligaciones contables y fiscales, aunque sí querríamos hacer hincapié en la necesidad de que aquellas empresas que realizan un volumen significativo de operaciones con partes vinculadas revisen su política de precios de transferencia de forma que la misma le permita obtener una rentabilidad de mercado. 

Desde Gestiona-t estamos a tu disposición para comentar esta carta de la Agencia Tributaria.